Las listas de candidatos a diputado disputarán el 27 de octubre cinco bancas por Tucumán. El resultado provisorio de ayer, por lo pronto, les sirve de indicio: si hubieran sido las generales, la lista de la Casa de Gobierno le hubiera arrebatado un escaño a Cambiemos.
El peronismo le quitaría una banca a Cambiemos
En diciembre terminan su mandato cinco diputados por Tucumán: tres por el peronismo, dos por Cambiemos. Si la lista que lidera Mario Leito repite o mejora su porcentaje en las generales, ese armado le arrebataría un escaño a la oposición. El resultado de ayer, además, refuerza el 49,54% obtenido el 9 de junio por la fórmula Manzur-Jaldo. No sólo en la categoría Presidente (Alberto Fernández llegó al 59,58%), sino también en la disputa por la Cámara Baja: ayer, el Frente de Todos reunió el 53,35%; en 2015, en las PASO y en esta categoría, el oficialismo había sumado el 51,55% de los votos válidos.
La lista de Amaya, a la caza de 30.000 votos
La lista de Juntos por el Cambio, que lidera Domingo Amaya, necesitará reunir unos 30.000 votos más que los obtenidos ayer, si el objetivo es retener los dos escaños que renueva la oposición tucumana en la Cámara de Diputados. Eso sí: a pesar de haber quedado lejos del armado de la Casa de Gobierno, el frente Juntos por el Cambio totalizó ayer el 24,17%, una cifra superior a la alcanzada en las PASO de 2015 (también en la categoría diputado), cuando sumó casi el 23% de los votos válidos emitidos. En aquellos comicios, la lista que responde a la Casa Rosada logró mejorar su cosecha en las generales.
Tres listas en busca de dar el “batacazo”
Las nóminas para diputado de Consenso Federal (reunió el 6,86% entre las dos listas que compitieron en la interna), de Fuerza Republicana (6,07%) y el Frente de Izquierda y los Trabajadores (2,14%) superaron el primer escollo: el mínimo del 1,5% de los votos válidos emitidos para llegar a las elecciones generales. De todos modos, estos tres espacios deberán mejorar sustancialmente su cosecha de adhesiones en octubre, si el objetivo es sumar un lugar en la Cámara Baja. Silvio Bellomio necesitará duplicar sus votos (y retener los de Ariel García), mientras Ricardo Bussi requerirá unos 70.000 más.